Más allá de las variadas denominaciones en el mundo, Calígrafía y Grafología son las disciplinas que -con distinta finalidad- comparten el objeto de estudio: texto, firma, grafismo en general. El impacto que recibe de ciertas enfermedades y sus tratamientos acentúan los rangos de variabilidad, hecho que tiende a reducir la certeza de los dictámenes, por lo que aumenta el desafío para el especialista.
“La neurociencia de la escritura a mano: aplicaciones para el examen de documentos forenses” (1) de Michael P. Caligiuri (2) y Linton A. Mohammed surgió de las discusiones planteadas en la “Academia Estadounidense de Ciencias Forenses» y la «Sociedad Estadounidense de Examinadores de Documentos Cuestionados” (ASQDE). Los autores, expertos de esas entidades, se plantearon la necesidad de difundir las alteraciones relevantes del control motor manual normal y patológico en la escritura «con ejemplos de estudios de laboratorio recientes y en curso” para achicar “la brecha entre la teoría y la práctica” de los peritos en escritura, ya que los cuadros gráficos alterados, al estar científicamente objetivados, permiten un mayor grado de certeza a
– Calígrafos, para detectar falsificaciones al conocer las diferencias intrínsecas entre los rasgos patológicos auténticos y los imitados
– Grafólogos, para establecer su posible compatibilidad con distintos tipos de alteraciones patológicas del escritor
En este sentido, la presión y la velocidad cobran especial relieve. Entre otras investigaciones, la obra expone los efectos del cannabis estudiados a partir de capturas informáticas de círculos repetitivos ejecutados a máxima velocidad, después de la inhalación de 7.5 mg de THC (tetrahidrocannabinol, también conocido como «delta-9-tetrahidrocannabinol», principal constituyente psicoactivo del cannabis).
Los resultados biométricos, como se observa en el gráfico que ilustra este artículo, mostraron la esperable disminución de la frecuencia del movimiento de casi 4 bucles por segundo (arriba) a un bucle cada 2 segundos (abajo).
Pero se sumó un dato desconocido hasta el momento: los micromovimientos rítmicos, notables, pero con una amplitud insuficiente como para registrar picos separados. Se reconocen claramente, en cambio, como pequeñas oscilaciones en cada uno de los 4 bucles (gráfico inferior). Se trata del efecto de un temblor fisiológico fino y de alta frecuencia que, como se produce durante la prueba de escritura, los investigadores lo asocian más bien a un temblor postural, indicador de fatiga.
Paralelamente, antes y después de la inhalación del cannabis se tomaron también pruebas de escritura de frases que mostraron el aumento de la presión, que pasó de 635 unidades (niveles de fuerza) a 851. El resultado se explicó por la hipótesis de que el efecto analgésico del cannabis llevó a los sujetos a compensar su debilidad con una mayor fuerza sobre la tableta.
A diferencia con los círculos, la escritura solo registró un aumento general del tiempo empleado, atribuido a un retraso en los cambios de dirección del ductus, ya que la inhalación del cannabis no llegó a alterar el programa motor y los trazos mantenían su velocidad.
En una pericia -tanto caligráfica como grafológica- este tipo de datos contarían no solo con la evidencia contundente de un registro muy difícil de ser generado intencionalmente, sino que, además, tendrían el respaldo de las investigaciones que la Justicia reclama.
En la obra, los mecanismos neurológicos no quedan en el plano de una exposición desvinculada, sino que se asocian al cómo y al por qué de su efecto en el grafismo, un paso fundamental pero a veces ausente en las obras que abordan la Neurología como auxiliar de los expertos en escritura.
(1) Caligiuri, Michael P.; Mohammed, Linton A.. The Neuroscience of Handwriting: Applications for Forensic Document Examination (International Forensic Science and Investigation) (p. A). CRC Press. 2012.
(2) Michael P. Caligiuri, Profesor en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de California en San Diego. Su investigación durante las últimas tres décadas se ha centrado en comprender cómo las drogas y las enfermedades afectan el control motor y los movimientos finos de las manos. Se ha desempeñado como científico principal en varios estudios patrocinados por la industria y el gobierno federal sobre la identificación de la respuesta al tratamiento en pacientes psiquiátricos y ha sido autor de más de 100 artículos revisados por pares en revistas médicas y capítulos de libros sobre trastornos del movimiento, imágenes cerebrales y desarrollo de instrumentos biomédicos. Su interés de investigación actual se centra en los estudios cinemáticos de la escritura deficiente y en la comprensión de las fuentes de variabilidad basadas en el escritor en la autenticación de firmas.
(3) Linton A. Mohammed, Certificado por la Junta Estadounidense de Examinadores de Documentos Forenses y tiene un diploma en examen de documentos de la Sociedad de Ciencias Forenses de Inglaterra (D-ABFDE), Miembro de la Sección de Documentos Cuestionados de la Academia Estadounidense de Ciencias Forenses. Posgrado en biociencias humanas en la Universidad LaTrobe, Melbourne, Australia. Examinador forense de documentos durante 35 años. Experto en más de 100 casos en los Estados Unidos, Inglaterra y el Caribe. Actual presidente de la Sociedad Estadounidense de Examinadores de Documentos Cuestionados. Actualmente trabaja en la práctica privada con Rile, Hicks y Mohammed, con oficinas en Long Beach y San Bruno, California.
Nish Mahara Kanta dice
Me parece muy interesante, soy Grafóloga mexicana y quisiera añadir sobre aspectos relevantes para la identificación de características falsas o auténticas, aparte de la velocidad y la presión es el Gesto-Tipo pues en mi experiencia y mis muy particulares investigaciones he podido comprobar que es como el ADN de la personalidad. Gracias.
Adriana Ziliotto dice
Hola Nish! Es verdad lo que decís… los gestos tipo son una suerte de ADN en el aspecto formal de la escritura. Por eso lo han estudiado tantos expertos!. Y pasa lo mismo con los patrones de presión y velocidad: son tambine una suerte de ADN pero de los apsectos dinámicos de la escritura… Por suerte se sigue avanzando en ese sentido y cada vez hay más elementos identificatorios. Un saludo desde Buenos Aires! Gracias por tu aporte!