Hoy recobran vigencia para nuestro trabajo los “antiguos” artículos sobre Neurología y escritura que demostraban con soft biométricos médicos los fenómenos y principios a los que -desde siempre- han recurrido las fundamentaciones del peritaje caligráfico y la grafología.
Así se reactualiza el interés por el consabido concepto neurológico de bucle abierto y bucle cerrado (rectores de las acciones automáticas o voluntarias) que hace ya 24 años que Siebner y colaboradores (1) analizaron con relación al NIV, número de inversiones de velocidad (2). Pero en ese entonces no existía un soft forense que lo pudiera informar en cifras, imágenes y gráficos compatibles con las necesidades periciales grafológicas y caligráficas (3). Desde aquel momento, gracias a estudios de expertos en escritura como Caligiuri, Mohammed, Danna, Teulings (4), entre otros, los NIV tomaron el lugar de un “marcador estrella”.
La imagen (ejemplo propio) muestra el cotejo de NIV en dos firmas: una auténtica y su simulación. El soft (5) arroja un gráfico de barras que representa la proporción de inversiones de velocidad por centímetro de cada una de las fases o tiempos de ejecución: físicos (marrones) y aéreos (beige). Además, cada barra indica la cantidad exacta de inversiones por centímetro.
Por su parte, las imágenes de las firmas incluyen los puntos de inversión, localizados en el lugar de la trayectoria donde efectivamente se producen.
La tabla de cifras arroja los porcentajes del cotejo. En este caso, la firma simulada aumenta un total del 247,40 % de NIV o nivel de disfluencia.
Es interesante ver que las fases aéreas acrecientan mucho más sus fluctuaciones (708,34 %) que las físicas (187,91 %).
¿Lo esencial es invisible a los ojos?
(1) Siebner, H. R., Limmer, C., Peinemann, A., Bartenstein, P., Drzezga, A., & Conrad, B. (2001). Brain correlates of fast and slow handwriting in humans: a PET-performance correlation analysis. The European journal of neuroscience, 14(4), 726–736.
(2) El número de inversiones de la velocidad es un concepto matemático que la biometría forense despliega en imágenes y gráficos que trasparentan los titubeos en la producción del trazo y su grado de fluidez.
(3) La pericia caligráfica hace cotejos de identificación de grafismos y la grafología hace evaluaciones y cotejos de evolución de enfermedades, adicciones, disgrafías, resultados de intervenciones médicas, psicológicas y psiquiátricas, temas sobre los que abunda investigación científica realizada en ámbitos universitarios y hospitalarios.
(4) – Danna, J., Paz-Villagrán, V., & Velay, J. L. (2013). Signal-to-noise velocity peaks difference: a new method for evaluating the handwriting movement fluency in children with dysgraphia. Research in developmental disabilities, 34(12), 4375–4384.
– Caligiuri, M. P., & Mohammed, L. A. (2012). The Neuroscience of Handwriting: Applications for Forensic Document Examination (International Forensic Science and Investigation Book 25) (English Edition). CRC Press. (Edición de Kindle).
– Caligiuri, M. P., Teulings, H. L., Dean, C. E., & Lohr, J. B. (2015). A quantitative measure of handwriting dysfluency for assessing tardive dyskinesia. Journal of clinical psychopharmacology, 35(2), 168–174.
(5) E-GRAPHING-PLUS