Un estudio sobre “la cinemática de los movimientos de la escritura como expresión de alteraciones cognitivas y sensoriomotoras en personas con esclerosis múltiple” (Bisio et al., 2017) no solo encontró marcadores gráficos típicos de la enfermedad sino una correlación significativamente alta con respecto a la evaluación clínica. La investigación sobre grafopatología, además del interés médico, es de suma importancia para los peritos calígrafos, expertos en escritura encargados de la difícil tarea de reconocer las diferencias entre las alteraciones genuinamente provocadas por una enfermedad y las producidas intencionalmente con eventual interés fraudulento.
La prueba se hizo con 22 pacientes y 22 controles sanos a quienes se les hizo escribir tres veces la frase “El sol calienta” en velocidad normal sobre una tableta de captura informática.
En las imágenes del ejemplo propio (con gráficos de barras por fases o tiempos de ejecución físicos y aéreos), se observan algunos de los resultados que arrojó la investigación:
- mayor tiempo de ejecución (gráfico naranja)
- espasmos o sacudidas (reproducción de los grafismos)
- mayor número de inversiones de velocidad (NIV), indicador de disfluencia (gráfico marrón)
- Sin bien el aumento del tiempo implica una disminución de la velocidad en general (gráfico verde), las palabras podrían mantener su velocidad mientras la demora se generaría por el mayor tiempo empleado entre palabras. Se cree que este fenómeno se debería a que la fatiga autopercibida, paradójicamente, puede incentivar un mejor desempeño motor, lo que se relacionaría “con la alteración del circuito neuronal involucrado en la percepción de la fatiga y en el sistema de recompensas por esfuerzo”.
Los resultados del trabajo se condicen con el deterioro las habilidades motoras de la mano que ocasiona problemas en la motricidad fina, las cambios cognitivos y del dominio sensoriomotor. Estos últimos pueden “alterar los mecanismos de control feed-forward o feedback, o ambos al mismo tiempo”. En forma práctica, el feed-forward es la “anticipación al estímulo” como, por ejemplo, el comportamiento de contraer los músculos que tiene el cuerpo antes de que algo lo empuje. Este déficit produciría el mayor NIV (número de inversiones de velocidad) o disfluencia gráfica y el incremento del tiempo de ejecución.
Los autores dicen que “estos resultados podrían sugerir la incapacidad de mantener el plan motor inicial a lo largo de su curso, lo que requiere varios ajustes en línea a la trayectoria planificada inicial. Al mismo tiempo, las correcciones frecuentes de la dirección del movimiento podrían estar relacionadas con una disfunción en la integración de la entrada sensorial y/o con el intento de compensar el control propioceptivo deficiente del miembro superior mediante la retroalimentación visual”.
El estudio fue realizado en Departamento de Medicina Experimental, Sección de Fisiología Humana, Universidad de Génova, Génova, Italia.