Publicado en «Grafología Argentina con el mundo», N° 7, 2012, por Adriana Ziliotto.
El antiguo artículo “Posibilidades y límites de la grafología médica. Determinación de la situación y perspectivas”, realizado en 1992 por el Instituto de Farmacología Clínica de la Universidad de Leipzig, Alemania (1), expresa: “Como es sabido en general, el movimiento escritural reacciona de una manera sensible a numerosas enfermedades, medicamentos, estimulantes y venenos ambientales, así como a influencias psíquicas y físicas. Esta reacción puede producirse en el proceso tempranamente. Por lo tanto, los datos de laboratorio y el examen físico pueden complementarse con la escritura a mano. El análisis grafológico es particularmente útil en los siguientes aspectos: el diagnóstico precoz, la documentación de la evolución de la enfermedad, el tratamiento, la evaluación de las relaciones psicológicas, así como los problemas de la vejez. (…). Los prejuicios contra los métodos grafológicos y expectativas exageradas se reducirán si se presenta la información apropiada”.
Esta es una frase clave en todas la áreas de la Grafología, pero sobre todo cuando se habla de Grafopatología: “si se presenta la información apropiada”. Una frase que merece dos lecturas. La primera se relaciona con el objeto propio de la Grafología.
Su Majestad… la huella
En el mismo sentido, citamos otra vieja investigación (1999) de la Universidad Inglesa de Plymouth (2): “En este trabajo se describe la historia y se destaca el uso de la grafología en el ámbito sanitario y educativo. Grafología puede ser una herramienta útil en la detección de problemas de salud (…). Existe una creciente evidencia que sugiere que la grafología puede ayudar a los terapeutas a identificar problemas ocultos, también permite una evaluación precisa de la respuesta de una persona al tratamiento. A medida que los indicios se acumulan, las complejidades de la personalidad del escritor, la salud y el estado emocional surgen como si estuvieran armando, juntos, un rompecabezas gigante. La terapia puede entonces ser hecha a medida del individuo” .
Caben, más allá de las escalas clínicas, todos los estudios técnicos de que dispone hoy la medicina (resonancias magnéticas, tomografías por emisión de positrones, estudios de deglución, electrocardiogramas, electromiogramas, tests psicológicos de todo tipo, etc.)
Podríamos hacer mención de un simple informe sobre lesiones oculares realizado por un ecógrafo que refuerza la idea de la especificidad de su técnica en imágenes con una simple frase: “compatible con” después de cada descripción repetida en varias partes de sus relato:
Ojo derecho: Se observa: 1) lesión hiperfluorescente, sin aumento de la fluorescencia, compatible con defecto de epitelio pigmentario (efecto ventana)
2) Rodeando la misma, se observa lesión hiperfluorescente, de contenido homogéneo, intensidad baja, límite difuso y borde regular, compatible con desprendimiento de neuroepitelio. Compatible con foramen macular con desprendimiento de neuroepitelio perilesional.
De mismo modo, ante una carta manuscrita, un Psiquiatra o un Psicólogo pueden encontrar signos de patología a partir del análisis del contenido del relato. El Grafólogo abordará las variables gráficas (3) que no corresponden a las incumbencias de los mencionados profesionales de la salud, sino a las incumbencias de un profesional en el estudio de la escritura.
Por lo mismo, un grafólogo no necesita ver a la persona temblando para analizar un temblor. Tiene que analizar la huella que quedó en el papel, el archivo de captura informática, la pared, etc. Ese es su objeto específico: la huella.
Queda claro que este “rompecabezas gigante” que se integra a los fines terapéuticos, se arma con piezas perfectamente discriminadas. Parece tan sencillo.
Integración intra-disciplina
La segunda lectura tiene que ver con las características propias de la información de cada disciplina “puertas adentro”.
La medicina no es una ciencia dura pero se nutre de información cuantitativa que se “ablanda” en su integración diagnóstica.
Un ejemplo bastante claro al respecto lo brinda la Genética que, no obstante ser considerada como poseedora de un alto grado de dureza, sus informes médicos ofrecen aclaraciones del tipo: “Estas metodologías son de utilidad a nivel de investigación científica y su valor diagnóstico debe ser interpretado en el contexto del historial clínico del paciente”.
Lo grafológicamente duro dentro del síndrome
El concepto de ciencia blanda no se condice con el de “pensamiento débil”, acuñado por Gianni Vattimo, que polariza entre interpretación unívoca y férrea e interpretación no sujeta a una lógica.
A esta altura del planteo podemos adentrarnos en la valoración de las posibilidades reales de la cuantificación de los aspectos escriturales en la evaluación grafopatológica y su aporte concreto y singular a la Historia Clínica de un paciente.
Esta singularidad de los escritos de un paciente lleva implícita su pertenencia al grupo de los “casos particulares”. Y este grupo, a su vez, es uno de los que se configuran al amparo de las leyes generales. Esta cadena de sentido es lo que permite realizar interpretaciones libres, no siempre unívocas, pero siempre sujetas a una lógica.
A título de ejemplo presentamos una misma palabra que, entre la primera y la segunda versión, aumenta el índice de velocidad. Se trata de un indicador específicamente grafológico, cociente entre la longitud del hilo gráfico y el tiempo de ejecución. En este caso, va de 1,37 a 3,30.
Un caso de Atrofia Mulstisistémica
Aquí, en el marco de un proceso que muestra una marcada evolución de la forma, el aumento de este registro es claramente un indicador favorable.
Los escritos que siguen y por comparación con el ejemplo anterior, muestran que lo cuantificado, numérico y duro no habla por sí solo; es imposible someterlo a una lógica unívoca y férrea.
La palabra ampliada de cada una de las muestras es “Respiro” (4).
El seguimiento de muestras escriturales realizadas en tres fechas diferentes presenta un aumento del índice de velocidad gráfica, compatible con el aumento de la magnitud cinética que no se correlaciona con la evolución formal, como en el ejemplo previo (palabra “velocidad”)
En el síndrome gráfico de este caso de AMS, el índice de velocidad creciente es indicativo de la aceleración de la oscilación gráfica anormal (5) que también se observa en el seguimiento de la firma:
Dom – Indice de Velocidad Firma (Compatible con velocidad cinética – Autorreferencial)
Esc. | Fecha | Hora | Fluct. | Referencias | V. por toma | % por toma | % acumulado |
1 | 26/12/11 | 10:30 | S/F | 3,26 | 0% | 0% | |
2 | 2/1/12 | 10:20 | S/F | 4,11 | 26% | 26% | |
3 | 15/8/12 | 12:05 | S/F | 6,80 | 66% | 108% |
Encontramos el correlato en el género dimensión, evaluado a través de la superficie de la misma con un programa de captura informática (6) que deja ver, además, la trayectoria aérea de los trazos en color rojo. Como muestra, se presenta la pantalla completa con la captura de una de las firmas (la segunda) y, debajo, la secuencia del detalle de las tres firmas sucesivas, donde se aprecia el aumento de la superficie:
Otra de las pruebas convergentes es el crecimiento de la longitud del hilo gráfico material o físico en una serie de 10 palotes, sobre protocolo fijo:
Toma Nº 1: longitud hilo material o físico = 68,4 cm
Toma Nº 2: longitud hilo material o físico = 69,5 cm
Toma Nº 3: longitud hilo material o físico = 109,4 cm
En esta serie no se puede medir el hilo aéreo o trazo inmaterial para cotejo de seguimiento, ya que el recorrido no es el mismo en cada caso, como lo demuestra la huella informática en rojo (y además, la revisualización del video de captura): en algunas fases la progresión o ductus se realiza con trazo de arriba hacia abajo, en otras de abajo hacia arriba y la combinación de ambas modalidades da por resultado una suerte de bustrófedon horizontal, por tramos, que no se repite del mismo modo en cada toma, lo que impide la comparación de la longitud del hilo inmaterial entre ellas ya que las trayectorias son diferentes.
Por este motivo se compararon únicamente las longitudes de los hilos físicos de la serie. Se procedió en cada una de las tres muestras tal como se expone (en una de ellas) a continuación:
Primera toma completa: hilo físico e hilo aéreo visualizados según la praxia escriptográfica total
Primera toma: hilo aéreo aislado y descartado por vicio del recorrido
Primera toma: hilo físico aislado y utilizado
para el seguimiento de la magnitud de la oscilación gráfica
La información grafológica constituye una contribución solo si es tal, ya que objetiva cambios en muchos casos con datos duros que se contrastan exitosamente con evaluaciones clínicas y propias de otras técnicas.
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